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¿Qué vemos? O ¿Qué creemos ver?

Quizás no vemos nada, solo tenemos la confianza en nuestros ojos, sólo confiamos en la vista. Pero no debemos olvidar, que el ver no es más que una interpretación que hace el cerebro, de lo que nuestros ojos perciben.

He ahí el dilema de nuestra cultura visual. ¿La vista lo es todo? Sartori plantea en uno de sus últimos libros, que: “La imagen es pérdida de inteligencia”. Este enunciado, claramente creó mucho conflicto, en la sociedad mediática, pues personalmente creo que, la imagen como obra, es el resultado de un proceso de abstracción y al ser netamente visual, genera reflexión y logra comunicación.

Es necesario, hacer notoria la diferencia entre espectáculo e imagen comunicativa.

Sartori afirma que ver, “que el acto de ver” bloquea el pensar, luego dice que: El “concepto”, queda sumergido entre colores, formas y ruidos de fondo. También, hace la comparación con el lenguaje, que para la asimilación de una palabra se debe conocer una lengua; es lo mismo al ver una imagen, ya que, para poder producir algo en las personas, esas imágenes deben tener algún proceso cognitivo, para que el televidente las reconozca y asimile con algo conocido para él.

Quizá sólo la imagen “televisiva” es la que bloquea el pensamiento abstracto, tal como plantea drásticamente Sartori. Esa imagen espectacular, que mediante colores, formas y ruidos de fondo encierra a los telespectadores, convirtiéndolos en el “homo videns” como lo llama dicho autor, el hombre que sólo ve. También plantea, que la imagen es más cómoda, así el hombre no necesita pensar, pues por el solo hecho de percibir esta cantidad de colores, formas y ruidos, está pensando inconcientemente.

Luego, la imagen publicitaria, divulgada también por la televisión, tiene un trabajo productivo y creativo más profundo. La imagen de publicidad logra engañar, logra falsear la realidad, atrapando también al televidente, pero logrando alguna respuesta, por ejemplo: el consumo de algún producto, que desde luego favorece al productor, nunca al consumidor.

Asimismo Sartori plantea: el video-niño, la televisión reemplaza a la “baby sistter”, el niño aprende de la televisión antes de aprender a leer o escribir, esto produce un atrofiamiento del pensamiento abstracto. Pero no es solo la imagen la que produce este efecto devastador en el niño, sino el espectáculo televisivo, que consta de imágenes, sonidos y movimientos que atrapan su atención. Bueno, que un niño aprenda inicialmente de la televisión es caótico para su desarrollo cognitivo, es por eso que hoy en día los jóvenes temen al estudio y a los textos, dice Sartori.

Creo que dependiendo de su fin, la imagen puede apelar a bien o mal, pero utilizada por la televisión, en los niños produce efectos nefastos para su desarrollo, y luego en los hombres formados, crea una suerte de “idiotez”.

Cabe destacar en Sartori: la pérdida del pensamiento abstracto frente a la imagen, es importante ya que, está muy en cuestión, quizás si continuamos con esta cultura visual, por mucho que se mantenga el “pensamiento” en el desarrollo de una imagen, el avance tecnológico y el consumo de los tele-adictos se encargarán de que el razonamiento abstracto acabe.

Referencias:

  • Del homo sapiens al homo videns. Mario Pereira
  • Homo videns, sociedad teledirigida. Giovanni Sartori

Photo credit: Dara or via Visualhunt.com / CC BY-NC